Pbro. Jaime Ortega Quiroz, Vicario parroquial San José y san Sebastián, Decanato de Parral
¿Qué ha sido lo más difícil de este tiempo de Confinamiento?
En este tiempo de resguardo o confinamiento, me uno a las incomodidades y dificultades que todas las personas han tenido desde que exploto la pandemia del coronavirus. Pero también soy consciente que hay muchas personas que lo están pasando muy mal, sufriendo la incertidumbre de esto tan nuevo, que no tienen para comer, que están sin trabajo, que no pueden comprar sus remedios, que están cansados y estresados.
Para mí, este tiempo ha sido muy difícil, porque he sentido el dolor de la gente, de sus carencias materiales, de sus enfermedades, de su cansancio, de la incertidumbre de que va a pasar en nuestro país, del miedo a perder la vida a manos de este virus que puede llegar a ser mortal en muchos de nuestros fieles. Dentro de todo esto, dolor porque muchas personas no puedan recibir la Sagrada Comunión. Sé muy bien que hemos utilizado los medios de comunicación; la radio, las redes sociales, las video llamadas, que son una excelente alternativa para llegar con una palabra de aliento y animo a nuestros fieles. Pero consiente de la falta que hace Cristo Sacramentado en la vida de nuestra gente.
En este tiempo de pandemia y especialmente en esta distinta Semana Santa, pero no menor a las anteriores; la viví muy intensamente; donde sentí que mi sacerdocio a pesar de la ausencia de fieles, tiene una raíz en Cristo Jesús y ahora más que nunca a pesar de todas las dificultades, desde mi Oración y la celebración de la Eucaristía por todo nuestro pueblo, mi sacerdocio se ve más fortalecido en el único que nos da Verdadera Fortaleza. Rezo por todo el Pueblo de Dios y en cada Eucaristía no hay día que no piense en nuestra gente y ruego concretamente al Señor que termine esta pandemia en el mundo. Un abrazo fraternal.