Queridos hermanos:
En estas últimas semanas hemos vivido 2 grandes acontecimientos eclesiales que ciertamente van a dejar una profunda huella en nuestra Iglesia diocesana.
Por un lado, la III Asamblea Eclesial Nacional y por otro el Sínodo diocesano de Linares. De ello les hablaré a continuación.
La III Asamblea Eclesial Nacional
Desde el viernes 7 al domingo 9 de octubre se celebró en Santiago la III Asamblea Eclesial Nacional que, bajo el lema “Una Iglesia sinodal, profética y esperanzadora”, convocó a 600 fieles de todas las diócesis de país.
Esta Asamblea recogió el trabajo desarrollado durante los últimos 2 años en las 27 diócesis a nivel nacional, el cual se recogió en un documento de trabajo titulado “El camino sinodal del Pueblo de Dios en Chile” de julio del 2022.
A partir de este texto se trabajó en 60 grupos de 10 personas, las cuales se abocaron a discernir lo que el Espíritu Santo nos estaba pidiendo para la misión de este tiempo en Chile siguiendo el método del Reconocer, Interpretar y elegir.
Acompañados por las imágenes bíblicas del viento, la unción y el agua, se trabajó en los grupos el desafío de la transparencia, rendición de cuentas y supervisión en las finanzas de la Iglesia; liderazgos y estructuras para favorecer la participación y la misión compartida; ministerios laicales; formación para relaciones más evangélicas; víctimas, sobrevivientes de abuso y prevención; la mujer, los jóvenes, el medio ambiente; quienes más sufren, la realidad social y política del país; personas con orientaciones sexuales diferentes; la cultura y la familia.
El domingo se logró discernir y priorizar algunos acuerdos que deberán iluminar las futuras orientaciones pastorales nacionales y diocesanas.
Entre ellas podemos citar:
1.- Relaciones al interior de la comunidad eclesial
– Avanzar juntos como Iglesia en una gestión eclesial más transparente, donde hay rendición de cuentas y capacitación.
– Crear la Vicaría de la niñez.
– Los Consejos diocesanos y parroquiales se deben comprender como órganos de comunión, de participación, de discernimiento y de toma de decisiones.
– Mujeres que acompañan y conducen. Nombrar mujeres responsables de acompañamiento y conducción, tanto en parroquias como en servicios pastorales diocesanos. Formar para el liderazgo y la animación pastoral.
2.- Relaciones que interpelan a la Iglesia hoy
2.1.- Medio ambiente
– Crear un Plan o proyecto pastoral que incorpore y permita visibilizar la opción pastoral preferencial por el cuidado de la casa común.
2.2.- Los que sufren
– Reactivar y/o promover la pastoral de movilidad humana y la pastoral social.
2.3.- Realidad social y política
– Conocer y profundizar en la Doctrina Social de la Iglesia, impulsando la dimensión profética. Impulsar procesos de formación permanente, integral y continua.
– Generar canales de comunicación y difusión efectivos, directos y masivos.
2.4.- Mujer
– Promover la dignidad de la mujer, en la comunidad eclesial, …formando para acogerla, integrarla y acompañar su realidad.
2.5.- Víctimas y sobrevivientes
– Seguir trabajando y poner en práctica ambientes seguros y sanos (ISE y más). Toda la comunidad, todos los creyentes deben colaborar.
2.6.- Personas con orientaciones sexuales diferentes
– Generar espacios de conversación para sensibilizar (diócesis, vicarías, parroquias, consejos, movimientos, colegios) con Pastores, Agentes pastorales, Personal de salud, psicólogos, terapeutas, acompañantes, teólogos, moralistas, canonistas.
2.7.- Jóvenes
– Formación para acompañar a los jóvenes, manejo de plataformas digitales, manejo de las emociones, formación y espiritualidad juvenil, formación en lenguaje juvenil, itinerario formativo integral, pedagogía de Jesús y formación litúrgica.
2.8.- Cultura
– Procurar colaboración mutua entre la sociedad civil y la iglesia.
2.9.- Familia
– Implementar la formación permanente de los matrimonios, desde el noviazgo para que conozcan su misión: familia como Iglesia Doméstica que lleva a la fe.
Un momento muy emotivo e importante fue el signo de petición de perdón a las víctimas de abusos de poder, de conciencia y sexual que se realizó en la Misa final de la Asamblea.
El momento fue acompañado por el relato del secretario general de la Conferencia Episcopal, obispo Sergio Pérez de Arce, quien expresó: “Queremos no solo pedir perdón a las víctimas y sobrevivientes, sino también comprometernos para acabar con ese dolor, darles las gracias por su valentía al denunciar, y pedirle al Dios de la vida que nos haga cada vez más lúcidos, más empáticos, más valientes, para que así podamos volver a encender, como profetas, la llama de la fe”.
El Sínodo Diocesano XLII
El segundo momento fue nuestro 42°Asamblea Sinodal diocesana celebrado el sábado 22 de octubre en las dependencias del Colegio Bicentenario San Miguel de Linares.
Con gran alegría y entusiasmo se reunieron casi 400 sinodales venidos de todos los rincones de la diócesis quienes bajo el lema “al Espíritu Santo y a nosotros nos ha parecido bien…”. La temática fue la de elaborar prioridades pastorales para los próximos años a partir del trabajo realizado en espíritu sinodal en los últimos años y especialmente el Sínodo del año 2021.
A partir de estos insumos se trabajó en 30 grupos en torno a 3 temáticas:
Fragilidades: hacernos cargo del dolor que han sufrido las personas, acompañarlos y ser misericordiosos al estilo de Jesús.
Comunión y participación: fortalecer la práctica del discernimiento comunitario y la vivencia sinodal, con especial énfasis en consolidar estructuras sinodales (los Consejo pastorales).
Salida y Misión: llegar a ser una Iglesia que dialoga e interactúa con otros actores sociales presentes en el territorio. Trabajar en red.
Como se ve, estamos viviendo un tiempo muy hermoso de gran vitalidad y entusiasmo. Cada día tomamos más conciencia de que la iglesia la formamos todos y que todos tenemos un don de Dios que compartir para construir el Reino entre nosotros.
En los próximos meses seguiremos elaborando el plan pastoral que se deriva de estos dones sinodales.
Al finalizar nuestro Sínodo, el Administrador de Bienes Rodrigo Barrera dio cuenta de los resultados económicos del obispado para el año 2021. Era la primera vez que se presenta el informe a la asamblea y marca la decidida voluntad de ser una Iglesia trasparente y que da cuentas de su gestión.
Camino al centenario
Como despedida me correspondió informar de que la diócesis se está preparando a celebrar el Centenario de su Fundación, que es el 18 de octubre del 2025.
La idea es que todas las comunidades se unan a estos festejos y entre todos podamos dar Gracias a Dios por lo recibido en estos “100 años sembrando las semillas del Reino en tierras maulinas” y así proyectar con más fuerza la tarea evangelizadora encomendada por el Señor.
También durante el Sínodo tuvimos la alegría de recibir las Reliquia de Santa Margarita María de Alacoque que en esos días peregrinaba por las diócesis de Chile. Fue una alegría muy grande para todos el poder reavivar el mensaje de esta joven Santa elegida por el Señor para dar a conocer al mundo el mensaje de la misericordia de Dios expresado en la devoción del Sagrado Corazón de Jesús. Sus reliquias recorrieron todos los decanatos y fue una bendición para los que pudieron recibirla. En cuadro aparte la crónica de la visita.
Le pido a la Virgen María les acompañe en este Mes bendito, en el que, en todos los rincones de la diócesis, en todo altar, en todo hogar, nos reunimos para rezar su Mes, para que lleguemos una vez más a Jesús por María.
+Tomislav Koljatic M
Obispo