Brígida Norambuena Ibáñez, San José, Quiñipeumo, Parroquia María Peregrina. Comentaré que, en lo personal, hemos pasado esta “cuarentena voluntaria” como familia, estamos unidos y pendiente de nuestros padres que son adultos mayores, gracias a Dios todos bien. En el ambiente, en la comunidad se nota mucha ansiedad, preocupación y la verdad es que al principio se sentía como si todos fuéramos un posible foco que trae el virus. Esto es porque tuvimos una familia cercana que estuvo cerca de una persona contagiada y muchos reaccionaron con muy poca empatía. Todo esto nos provocó mucha pena, pues ante la incertidumbre, no siempre aflora lo mejor de una comunidad cristiana. Desde el grupo de WhatsApp de los corresponsales, recibimos diariamente apoyo en oración y las lecturas del día, yo las comparto con mi comunidad, todos las reciben, pero no siempre contestan, a veces no dicen nada, eso me decae, pero al día siguiente sigo insistiendo y la vuelvo a compartir en la esperanza de que sí la leen y algo quedará. En cada oración le pido a Dios nos ayude a sacar lo mejor de nosotros, para que cuando esto pase, nos volvamos a encontrar en la capilla y seguir creciendo juntos, participando en la Eucaristía