Queridos hermanos:
El 18 de octubre pasado, durante la realización del 44 Sínodo diocesano, se dio comienzo a la celebración del Jubileo por los 100 años de vida de la diócesis de Linares.
No podemos dejar de ver en esto la mano de la Divina Providencia que permitió unir el tradicional y querido Sínodo diocesano al inicio de la fiesta por el Centenario.
Me gustaría compartir con ustedes los momentos más importantes del Sínodo y las tareas que este nos dejó.
Crónica del Sínodo 2024
Retomando la tradición, el Sínodo comenzó el viernes por la tarde en las dependencias del Colegio Bicentenario San Miguel, que nos recibía por segundo año. Allí fueron las inscripciones, entrega de materiales, saludos iniciales y el canto del cumpleaños feliz junto a una buena porción de torta.
Luego todos los sinodales peregrinamos por las calles de la ciudad hasta la Catedral, en un momento de viva alegría, respeto y testimonio público de nuestra fe.
Al llegar a la Catedral, se realizó la solemne liturgia de apertura de la Puerta Santa, signo de este tiempo Jubilar, y que nos invita a entrar por la puerta que es Cristo para alcanzar la misericordia del Padre que nos sana y reconcilia con Dios y con los hermanos.
Vale la pena recordar que todos los días de este año jubilar, es decir hasta el 18 de octubre del 2025, los fieles podrán recibir la Indulgencia Plenaria en la Catedral cumpliendo las condiciones habituales que la Iglesia nos pide para esto (ver recuadro aparte).
Desde el atrio de la Catedral se hizo una memoria agradecida a Mons. Carlos Camus quien nos acompaña desde este año en su monumento en la Plaza de Armas de la ciudad.
Una vez que los fieles ingresaron cantando por la Puerta Santa, se retomó la tradición de que el viernes del Sínodo sea un tiempo de reconciliación a través del Sacramento de la Confesión. Así, todo el clero estuvo disponible para escuchar las confesiones de los centenares de fieles congregados. También se expuso el Santísimo Sacramento para la Adoración de los fieles acompañado de los cantos y oraciones penitenciales.
Un momento muy importante de la liturgia penitencial fue la petición de perdón por los pecados cometidos por los fieles durante este siglo de vida. De este modo, el Sínodo comenzó de la mejor manera, purificados en la presencia del Señor.
Ese viernes concluyó con la Celebración de la Eucaristía en la Catedral.
Al día siguiente, 19 de octubre, fecha del aniversario 99 de la creación de la Diócesis, el Sínodo continuó desde las 9:00 horas con la oración de la mañana, con exposición del Santísimo Sacramento.
Luego se realizó un panel con testimonios sobre los 4 pilares de las Orientaciones Pastorales 2023-2026.
Al matrimonio del Consejo parroquial de Longaví, Graciela Saavedra y Juan Carlos Bravo, les correspondió presentar su experiencia sobre la “Renovación de la parroquia al servicio de la evangelización”. Al diácono permanente, Jaime Mora de Caritas le correspondió presentar el “Hacernos cargo de las fragilidades”. Al P. Raúl Moris le correspondió presentar el tema “Comunión y Sinodalidad” y finalmente a la Hna. Pilar Tapia presentó “Iglesia en salida misionera”.
Luego del descanso se conformaron 20 grupos de reflexión para trabajar en torno a estos testimonios. Las conclusiones de este importante trabajo se resumieron y presentaron después de almuerzo en un plenario. Aquí se tomó la foto oficial del Sínodo, testimonio gráfico para el recuerdo.
De regreso al gimnasio, a las 15:00 horas hubo una presentación musical de los 5 decanatos.
Luego los panelistas dieron cuenta de las conclusiones obtenidas en el trabajo en grupos de la mañana sobre los avances y obstáculos que se detectan en las 4 prioridades señaladas. Estos resultados, serán compartidos, en extenso, en la próxima edición de Buena Nueva.
Luego del Plenario se concluyó con la celebración de la Santa Misa, donde se premió al ganador del Concurso Literario del Centenario, don Luis Hernán Silva Oliveros, de la Comunidad El Llano, Colbún.
Como elementos a destacar, el canto de la Misa estuvo a cargo del coro de niños del Colegio Bicentenario San Alberto Hurtado de Constitución, con gran beneplácito de los sinodales.
Al finalizar la Misa se entregó el cirio del centenario a los representantes de las 33 parroquias y un pequeño paquete de semillas para que nos recuerde que la misión de “sembrar las semillas del Reino” continúa.
Cabe destacar que hubo una muy buena participación de 317 sinodales.
La distribución en la participación del Sínodo fue la siguiente:
- 34 jóvenes de equipo de servicio
- 32 monitores para las comisiones
- 60 personas que colaboraron en la celebración de la Memoria Agradecida
- 40 personas del Equipo del Obispado de Linares
- 10 personas Caritas y Radio Buena Nueva
- 04 Medios de Comunicación externos
En total 497 personas participaron en el Sínodo Diocesano 2024.
En conclusión.
Creo que todos hemos quedado muy contentos por el buen desarrollo del Sínodo, el excelente servicio de apoyo recibido por todos estos voluntarios, las conclusiones y desafíos pendientes, el buen ambiente vivido en oración y fraternidad.
Creemos que este Año Jubilar será pleno de bendiciones para todos los feligreses de la Diócesis. Les invito a unirse a este Año Jubilar y a participar según sus posibilidades, en oración y acción. Para que llenos de la alegría y la audacia del Espíritu Santo podamos poner por obra las palabras del Papa Francisco al concluir el Sínodo en Roma:
“Hermanos, hermanas: les invito a no ser una Iglesia sentada, sino una Iglesia en pie. No una Iglesia muda, sino una Iglesia que recoge el grito de la humanidad. No una Iglesia ciega, sino una Iglesia iluminada por Cristo, que lleva la luz del Evangelio a los demás. No una Iglesia estática, una Iglesia misionera, que camina con el Señor por las vías del mundo”.
Que la Virgen Santa nos reúna nuevamente junto a su altar en este Mes bendito y nos guíe tras los pasos de Jesús su hijo amado.
Les bendice en este año jubilar,
+Tomislav Koljatic M.
Obispo de Linares