La Diócesis de Linares vivió una experiencia única en la que más de 100 jóvenes decidieron responder al llamado de la Iglesia Chilena y participar en la primera Jornada Nacional de la Juventud, celebrada en la Arquidiócesis de La Serena. Bajo el lema “Jóvenes peregrinos de la esperanza”, un total de 102 peregrinos, provenientes de diferentes comunidades y colegios, se unieron a este hito religioso con una alegría contagiosa, pero también con el esfuerzo que implicó asumir el gran desafío.
Los peregrinos llegaron desde las Parroquias San Lorenzo de Longaví, San Alfonso de Cauquenes, San José de Constitución, y desde los colegios de la Diócesis, Bicentenario San Miguel Arcángel de Linares y el Colegio Bicentenario Inmaculada Concepción de Cauquenes, entre otros. También se unió una delegación del CFT San Agustín y el equipo Diocesano de Pastoral Juvenil, quienes, con gran sacrificio, viajaron hacia el norte del País, para participar de este encuentro juvenil. Muchos de ellos pasaron meses organizando rifas y eventos para reunir fondos, mientras que las comunidades educativas y parroquiales los apoyaron generosamente para costear los gastos. Pero el esfuerzo dio frutos, y aunque no todos los 102 peregrinos viajaron de manera organizada en el grupo principal, 65 jóvenes aceptaron la invitación del equipo diocesano para formar parte de la Delegación Oficial. Así, el viaje comenzó con la ilusión de vivir una experiencia única, llena de oración, esperanza y, especialmente solidaridad.
Una vez en La Serena, los jóvenes fueron recibidos por comunidades locales que se prepararon con esmero para alojarlos. Sin embargo, la organización no estuvo exenta de desafíos. Las distancias fueron largas y algunos grupos no pudieron ser alojados en casas de familias, como fue el caso de la delegación de la Parroquia San José de Constitución. La solución llegó con la asignación de un colegio cercano, que sirvió como alojamiento masivo. A pesar de las dificultades logísticas, los jóvenes nunca dejaron de sentir el cariño y la acogida de las parroquias, quienes hicieron todo lo posible por brindarles bienestar.
La jornada se desarrolló bajo un esquema inspirado en las Jornadas Mundiales de la Juventud, con eventos masivos como la Misa Inaugural en el parque Pedro de Valdivia, la Vigilia y la Misa Final en el Faro Monumental de La Serena. Estos encuentros fueron acompañados de actividades más íntimas en las parroquias locales, donde se promovieron momentos de reflexión, catequesis y oración. En particular, la Parroquia San José Obrero de La Serena se destacó por su calidez, recibiendo al Equipo Diocesano de Pastoral Juvenil con una generosidad que quedará grabada en la memoria de todos, generando hermosos lazos.
Durante las mañanas, los peregrinos participaron en encuentros por parroquias, donde se compartieron reflexiones guiadas por los Obispos de Chile, seguidas de la celebración de la Eucaristía. En las tardes, las actividades paralelas dieron vida y revolucionaron a la ciudad. Desde la oración Taizé hasta conciertos de música católica, pasando por la Adoración Eucarística y la reliquia de Carlos Acutis, la diversidad de propuestas hizo de esta jornada un espacio para la meditación y el encuentro en la alegría de sabernos llamados por el Señor.
Un momento particularmente emotivo fue la Oración Taizé, que se celebró en la Parroquia San Francisco de La Serena. En esta actividad, los jóvenes se sumergieron en el silencio, el canto y la palabra, creando un ambiente único de recogimiento. Los peregrinos de la Diócesis de Linares tuvieron la oportunidad de reunirse allí, uniendo sus voces en un clamor compartido. La vigilia del sábado y esta oración fueron de los momentos mejor evaluados de la jornada.
Otro de los momentos que dejó una huella en los jóvenes fue el Vía Crucis Parroquial, que recorrió diferentes capillas hasta la sede central. A lo largo del camino, los sacerdotes ofrecieron el sacramento de la confesión y la comunidad se unió en oración. Este recorrido no solo fue un acto litúrgico, sino un verdadero camino de reflexión y solidaridad. Además, los jóvenes tuvieron la oportunidad de salir a misionar, bendiciendo grutas y descansos en las calles, en un gesto de recogimiento y oración por los difuntos y sus familias.
La Jornada Nacional de la Juventud en La Serena fue más que un evento religioso: fue una experiencia transformadora, un encuentro de fe, esperanza y fraternidad.
Los 102 peregrinos de la Diócesis de Linares regresaron a sus hogares con el corazón lleno de recuerdos y con una renovada esperanza, sabiendo que, como jóvenes peregrinos, siempre habrá un camino de luz que los guiará.
José Darío Ávila Navarrete
Secretario Ejecutivo PJ Diocesana
Testimonios:
Me quedo la sensación emotiva en estos días porque me emocioné mucho con las canciones las actividades y lo duro que costo hacer todo esto despedirme de mi familia de acojinadas de todas las personas que conocí.
Mia Antonella Escudero Zuñiga, Colegio San Miguel Arcángel
Una experiencia inolvidable que quedara para siempre marcada, cada emoción y cada persona que fui conociendo.
Isidora Sepúlveda, Colegio San Alberto Hurtado
Se me queda la sensación de alegría ya que nunca había vivido algo tan lindo como en la JNJ.
Matías Inostroza, PJ Parroquia san Lorenzo Mártir de Longaví
El reencontrarme con Cristo, es por lo que vine a la jornada y estoy muy contenta de poder haber conectado con él y con los jóvenes. Es muy lindo ver que muchos jóvenes respondieron al llamado que nos hizo Jesús para participar de esta jornada y el amor infinito que le tienen.
Kamila Quezada, Parroquia San José de constitución
Me quedo con la emoción de alegría por haber conocido a tantos jóvenes que tienen o sienten el mismo amor por Dios como yo.
Emilia Bravo, PJ Parroquia San Lorenzo Mártir de Longaví
El compartir, el escuchar la opinión de los demás y que escuchen la mía, ayudó a hacer que mi fe creciera más.
Patricio Jara pastoral juvenil San Alfonso Cauquenes