En este hermoso Mes de María, les extendemos una invitación llena de gratitud y esperanza, para unirnos en oración a nuestra Madre Santísima, quien ha sido luz y guía en nuestro camino de fe.
Este año es especialmente significativo, ya que nos preparamos para celebrar el primer centenario de nuestra Diócesis, un hito que nos invita a reflexionar sobre el legado de aquellos que, con su trabajo, dedicación y profunda fe, han dado vida a nuestra historia.
A lo largo de estos 100 años, con gran esfuerzo y constancia, se ha “Sembrado las semillas del Reino en las tierras maulinas”, y es gracias a cada uno de ustedes, a su compromiso y amor, que nuestras comunidades han crecido y florecido.
Les invitamos a dedicar este mes a la oración, pidiendo por todos aquellos que han contribuido a la construcción de nuestra Diócesis. Recordemos y honremos a quienes han sido instrumentos de Dios, llevando esperanza y fe a tantos corazones.
Reunámonos en comunión, bajo el amparo de María, nuestra Madre, y juntos elevemos nuestras súplicas. Que ella nos guíe y proteja, y que este Mes de María sea un tiempo de renovación espiritual, unidad y amor fraternal. Oremos juntos, en gratitud por el pasado y con esperanza, pidiendo a María Santísima no suelte nuestra mano en el futuro.