Acogiéndose a su merecido descanso, después de 31 años de servicio, dejó sus funciones en el Obispado de Linares, la Señorita Patricia Muños Osses. Muchas fueron las áreas donde siempre destacó su alegría y espontaneidad, transparencia y disposición a colaborar y fortalecer los equipos en beneficio de la pastoral.
Muchas son los momentos compartidos y desde la amistad que pudimos cultivar y gratitud por ser una presencia cercana, queremos decir que la extrañaremos mucho, pero también desearle que en pueda comenzar con la misma alegría que la caracteriza, esta nueva etapa de su vida, que disfrute y descanse de tantos años de labor.
Para compartir con nuestros lectores le pedimos a ella misma que nos contara sobre su experiencia en el Obispado de Linares, su respuesta fue: “Todo ciclo debe llegar a su cierre, y comenzaré por agradecer a Dios por darme la posibilidad de llegar a esta Institución eclesial a la que llegué un 23 de noviembre de 1993, de la cual no sabía nada y de la que he aprendido mucho, pues me ha catequizado desde el primer día, ya que trabajé con Sacerdotes, Religiosas, Religioso, seminaristas, pero muchísimo más valioso fue estar al servicio de la gente a la que he atendido o apoyado en cada una de las áreas donde estuve.
El primer Departamento, donde ingresé fue Caritas, con Roque Prado junto a un equipo muy bonito con el
que estuve por 2 años y cultivé amistades y afectos hasta el día de hoy forman parte de mis amigos. Luego me trajeron a esta casa pastoral, al servicio de los jóvenes, junto a Waldo como responsable del Departamento de Pastoral Juvenil por 10 años, un trabajo muy dinámico como es servir a Dios a través de los jóvenes, quienes con su ímpetus e impulsividad hacen que el trabajo no pese, aunque igual cansa físicamente, espiritualmente lo enriquece y reconforta, hace que todo valga la pena, las alegrías y cariño que de ellos aún recibo en cada encuentros que por ahí suceden, siguen alegrando mi corazón.
Después volví a Caritas por 15 años, trabajé los primeros años con Waldo y desde fines del 2011, con la Sra. Judith, también conocí personas muy lindas. Hubo años de trabajo arduo y luego fue menos, pero no menos importante.
El 2020 me llamaron a servir nuevamente a la Casa Central como secretaria de Monseñor… el primer año ufff pandemia poco o nada, pero 2021 y 2022 ahí no sé cómo anduve, solo digo que traté de hacer lo mejor que pude, ahí el jefe evaluará no más.
2022- 2023 con Padre Silvio… mmmm el primer año fue un poquito caótico porque eran varios frentes que cubrir y la verdad que le entregaba el tiempo justito al Padre Silvio en la Vicaría Pastoral, pero este último año he dedicado 100% a lo que él ha necesitado, al igual que con Monseñor quedo sujeta a su evaluación.
Con mis compañeros (as) amigas (os), siempre me esmeré en ser de una misma forma, honesta y franca, creo que siempre dije cuando algo no me pareció y también reconozco las cosas que he visto correctas y los felicito por sus logros, todo esto en lo laboral… porque como personas no soy quien para hacer algo así, no me corresponde en absoluto… de eso se encarga Dios. Pero siempre dije, hagan su trabajo siempre pensando en la gente, en la señora que entrega su tiempo desinteresado en la capilla o parroquia, que es parte primordial de la Iglesia y que es la que viene a los EDAP, Sínodos y cada una de las actividades de Catequesis, Comunicación, 1 %, Social, etc… para ellos programen las actividades.
Ahora que llega el momento de las despedidas, les doy gracias por su paciencia y tanto cariño, tantas muestras de afecto que siempre recibí, de acá me voy con el corazón llenito, pero también les pido disculpas por las veces que fui desagradable u ofendí. Me ausento en lo laboral, pero seguiré viniendo a verlos.
Un abrazo eterno para cada uno. Patricia Muños Osses