Animados con la posibilidad de volver y reencontrarnos, el cuarto domingo de septiembre, el Pueblo de Nirivilo se vistió de fiesta y engalanó sus calles de colorido, pues hasta la iglesia, que desde 1984 es Monumento Histórico Nacional. Cientos son los peregrinos que llegaron muy temprano, desde diversos rincones de la Provincia y sus alrededores para agradecer los favores recibidos y poner en las manos de la Virgen del Carmen, todos sus anhelos y preocupaciones, en comunidad y masivamente rinden honores a la Virgen del Carmen Campesina, quien con su niño en brazos y ambos vestidos con manta y chupalla, son el centro de toda la celebración.
El festejo comenzó con una hermosa Eucaristía, oficiada por Monseñor Tomislav Koljatic, concelebrando el P. José Ulloa Oliveros, párroco. En su homilía el Obispo señaló, “esta es una fiesta muy tradicional en homenaje a la Virgen Santísima del Carmen, en este domingo de septiembre en que todos los templos católicos de Chile hacemos una oración por la Patria, hay tanto que agradecer a la Madre que nos une y nos anima a caminar juntos, También agradeció la presencia y acompañamiento de las autoridades regionales y comunales, que cada año dicen presente en estas celebraciones de religiosidad popular, así como también destacó la masiva presencia de los feligreses de todas las comunidades que con orgullo enarbolaban sus estandartes y se disponen a presentar ante el altar sus ofrendas, fruto de su trabajo y esfuerzo. La misa concluyó con la imposición de óleos a los adultos mayores y enfermos que lo solicitaron.
Luego, la imagen de la Virgen Campesina, es sacada del templo y puesta en una carreta adornada con flores y que es tirada por bueyes, los que son dirigidos por don José Montesinos, oriundo de Nirivilo, quien con humildad y orgullo comenta que presta este servicio a la Virgencita desde hace más de 25 años. Así comienza la Procesión por las calles del Pueblo, bendiciendo los altares que a su paso los vecinos han dispuesto, para concluir la romería en el frontis del templo, donde se vuelve a colocar la imagen de la Virgen Campesina, quien recibe los honores en el esquinazo, con cuecas, tonadas y las tradicionales tres vueltas de los Huasos que con respeto y cariño la escoltaron durante toda la Procesión. En esta ocasión El Club de Huasos de Nirivilo y comunidades vecinas, hacen su paso ante la Virgen Campesina, las autoridades y comunidad, en primer lugar, al paso, luego al trote, para culminar al galope.