Por segundo año consecutivo, el Día de la Madre tendrá que celebrarse en familia cuidando los aforos, no habrá ni fiestas ni encuentro con todos los familiares, a causa de la pandemia.
Cada vez que uno escribe un tema sobre la madre, nos viene a la memoria el recuerdo de nuestra propia Madre. Ella nos llevó en su vientre, a veces con dificultades dolores, angustia, antojos, pobreza etc., hasta que llega el día tan esperado.
Al recordar en este mes a nuestras Madres, recordamos el sacrificio desde el momento del parto y de la crianza, preocupadas siempre del aseo, enfermedades, trasnoche y el acampamiento en el día a día, están siempre presente de la formación en los valores, una madre es madre siempre. Son interminables sus cualidades.
Hoy día producto de la pandemia que nos afecta, han aparecido nuevas dificultades, partiendo por el factor económico, cesantía, encierro. Han tenido que ser, psicólogas, profesoras, más todas las labores cotidianas de cada mamá, donde junto a su pareja o muchas veces sola provee el sustento a sus hijos.
Cada una, donde esté, es la reina
En el día de la Madre, saludamos a la mujer campesina, quien en muchas ocasiones debe acompañar en las labores del campo, del mar, del bosque y otros.
Saludamos a las mujeres pobladora, que día a día, tiene que enfrentar y buscar soluciones para poder llevar sustento a sus hijos.
Saludamos a las madres dueña de casa, por todo el quehacer que asume sin quejas y con abnegación la crianza y el crecimiento del hogar.
Saludamos a las madres que trabajan el área de salud, poniendo en peligro sus vidas, más en estos tiempos de pandemia.
Saludamos a las Madres de Corazón: son aquellas que no engendraron, pero les ha tocado criar, como una madre de verdad, volcando todo el amor de su corazón.
En las manos de la Virgen María, nuestra Madre, ponemos la vida de las mamas. Ella se alegró de ser la elegida Madre de Jesús, pero también vivió el sufrimiento en carne propia, al acompañar a su Hijo hasta la cruz y luego recibiendo el cuerpo de su hijo ya fallecido. Que en todas las Madres reine la esperanza de una vida mejor.
Pbro. Luis Humberto Alarcón. Párroco Santo Toribio, Curanipe.