Gracias al aporte muchas personas, el Comedor Parroquial Fraterno, ha podido aumentar los días de atención. Inicialmente abría cada sábado, pero en tiempos de pandemia, las voluntarias se pusieron como meta, atender también el día miércoles, pero la generosa respuesta de la comunidad linarense y sus alrededores, ha permitido que también se pueda atender los días, lunes, miércoles y sábados llegando a entregar un promedio de 500 raciones a la semana. Los beneficiarios de estos almuerzos son personas en situación de calle y muchas familias que se han visto afectadas por el alto índice de cesantía que se a producido a raíz de la pandemia sanitaria, en especial adultos mayores y enfermos que viven solos. Agradecemos y destacamos la solidaridad de quienes aún colaboran y en especial a las voluntarias y voluntarios que cada día ponen el corazón cocinando para sus hermanos: Sarita, Isabel, Gloria, Anadelina, Claudia, Sylvia, Loreto, Elizabeth, Ignacio, Nelsón, Claudia, Mariana, Katy, Marcela, Claudina, Cecilia y Rocío.