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Queridos hermanos y hermanas:
El 18 de octubre próximo se inicia la celebración de los 100 años de la creación de la diócesis de San Ambrosio de Linares.
Cabe señalar que esto ocurrió en el contexto de la separación de la Iglesia del Estado, promulgada como Ley de la República bajo el mandato del Presidente Arturo Alessandri Palma, (el León de Tarapacá), el 21 de noviembre de 1925.
En ese contexto el Papa Pío XI, (de nombre Aquiles Ratti), italiano, creó 7 nuevas diócesis en el país por la Bula llamada Apostolici Muneris Ratio. Ellas son, en orden geográfico (y su obispo fundador):
San Felipe (Melquisedec del Canto Terán)
Valparaíso (Eduardo Gimpert)
Rancagua (Rafael Lira I.)
Talca (Carlos Silva C.)
Linares (Miguel León Prado)
Chillán (Martín Rucker S.)
Temuco (Prudencio Contardo).
Es importante destacar que, desde San Felipe hasta Talca, estos territorios dependían del Arzobispado de Santiago. En cambio, Linares, Chillán y Temuco se separaron del arquidiócesis de Concepción.
Un poco de historia
La Iglesia que peregrina en estas tierras entre el río Maule por el norte, el río Perquilauquén por el sur, el límite con Argentina en la Cordillera de los Andes por el este y el Océano Pacífico por el oeste, no nació un 18 de octubre del 25.
Con la llegada de los españoles a Chile, incluso con la directa preocupación de don Pedro de Valdivia en 1554, comenzó una primera evangelización en estas lejanas tierras maulinas a través de las doctrinas de Cauquenes, Chanco, Loanco, Putagán, Loncomilla y Purapel, entre otras.
Poco a poco, el Evangelio se fue anunciando a los indígenas y los españoles y mestizos bautizados se fueron instalando en las villas y haciendas entregadas por la Corona española a sus súbditos en estas latitudes.
Un rol fundamental, tuvieron en los comienzos la obra de los Padres Dominicos, Franciscanos, Jesuitas, entre otros, que luego dejaron paso a otras congregaciones masculinas y femeninas.
Ya antes de la fundación de la diócesis en el 1925 se había creado 17 parroquias, las más antiguas a partir de las doctrinas. Estas son:
- San Pedro de Cauquenes en 1742
- El Sagrario de Linares en 1742 (mucho antes de la fundación de la cuidad el 23 de
mayo de 1794).
- Santa Cruz de Yerbas Buenas 1771
- San Francisco de Huerta de Maule 1771
- San José de Parral 1771
- Nuestra Señora del Tránsito de Putú 1787 (Antes en Talpén).
- San José de Constitución 1832
- San Ambrosio de Chanco 1835
- San Luis Gonzaga de Sauzal 1835
- San Ignacio de Empedrado 1835
- San Francisco Javier 1861
- El Niño Jesús de Villa Alegre en 1889
- San Lorenzo Mártir de Longaví en 1905
- Santo Toribio de Mogrovejo de Curanipe en 1906
- Panimávida en 1905
- San Ramón de Retiro en 1913
- María Auxiliadora en 1925
Cabe notar que algunas parroquias que fueron creadas antes del 1925 pero no prosperaron en el tiempo y se agregaron sus fieles y capillas a otra parroquia posterior. Es el caso de Pocillas fundada en 1832 y que pasó en 1957 a ser capilla de San Francisco de Cauquenes.
La celebración del Centenario
Logo Centenario que acompaña todas las publicaciones Diocesanas, obtenido por concurso público, siendo el ganador Don Iván Sánchez Rebolledo, de Constitución
1.- Lema del Centenario
Lo primero que se eligió fue un lema que se tomó del Evangelio de Jesús aplicado a estas tierras campesinas: “Cien años sembrando las semillas del Reino en tierras maulinas”. De allí el logo bellamente logrado del centenario que nos acompaña en todas las publicaciones.
Luego se agregó un texto inspirador “Ustedes serán mis testigos” ya que todo el centenario tiene un sentido misionero. Se recuerda que el 2025 es Año Santo Universal.
Desde el principio se elaboró un objetivo triple de esta celebración.
Por un lado, es hacer una memoria agradecida de nuestra historia, poner en valor la inmensa tarea evangelizadora realizada en el primer siglo de nuestra historia diocesana, para no olvidar nuestras raíces y en un contexto sinodal agradecer a Dios por todos los dones recibidos.
Con este argumento se está trabajando arduamente en escribir nuestra historia, diocesana, parroquial y también de las capillas, de los colegios, de los movimientos, de la vida de la Iglesia en todas sus manifestaciones. Aquí el P. Silvio Jara, quien ha sido el principal impulsor de esta celebración, está dedicado a sacar adelante esta titánica tarea, de la cual ya tiene mucho avanzado. Por su lado las congregaciones están también haciendo sus propias recopilaciones e historias de su paso y obra en Linares.
En este contexto se inscribe la búsqueda de 50 hombre y 50 mujeres laicos que han sido significativos en nuestra historia diocesana, como también la digitalización de los decretos, las Orientaciones Pastorales diocesanos, los Informes de las Visitas Ad Límina, los 47 años del periódico Buena Nueva, el mejoramiento del Archivo diocesano, la historia de nuestros cementerios parroquiales y los personajes enterrados allí, entre otros.
También tenemos como objetivo celebrar en todos los lugares e instancias eclesiales este Centenario a partir del 18 de octubre con nuestro Sínodo, que por lo demás va a coincidir con el Jubileo Universal de la Iglesia en el 2025. De allí que muchas celebraciones litúrgicas tendrán como telón de fondo lo que se estará celebrando en todo el mundo católico.
Aquí están el Jubileo que tendrá en la Catedral un lugar de peregrinación, las celebraciones de cada área pastoral, la primera peregrinación diocesana a Roma, la Jornada Mundial de la Juventud en Roma, la construcción o reparación de algunos templos emblemáticos, la construcción e implementación del Museo Diocesano, la elaboración de la página web del centenario, el monumento a Mons. Camus, entre otros.
Y luego, y tal vez lo más importante, el Centenario nos deberá inspirar y renovar la vida pastoral futura, para con nuevo ardor, nuevos modos, en un contexto muy diverso y desafiante, seguir anunciando el Evangelio a nuestro Pueblo. De esto estaremos hablando más adelante.
Así entonces, junto con nuestra oración por la Patria en nuestro Te Deum, les invito a prepararse interiormente para vivir muy profundamente este Año Jubilar del Centenario para que sea un hito en nuestro caminar para seguir sembrando las semillas del Reino en estas tierras maulinas con nuevo entusiasmo y la fuerza del Espíritu Santo.
Se lo pedimos a la Virgen del Carmen, nuestra Reina y Madre.
Les bendice,
+Tomislav Koljatic M.
Obispo de Linares