Con una linda sorpresa y bendición especial de nuestro párroco P. Mario Agurto, para los más pequeños, rezamos en nuestra Eucaristía dominical por los niños presentes, y por todos los niños del mundo. Para que siempre sean protegidos por el amor, el cuidado y respeto que merecen. Una vez concluida la entrega de las sorpresas a los niños, fue el turno para los adultos mayores, quienes disfrutaron como niños.
Andrea Valenzuela Tempini, corresponsal.