Con un corazón inquieto y fraterno, motivados por el servicio y el amor al prójimo, el P. Bernardo Venegas, sacerdote Salesiano, el Padre Alex Troncoso, sacerdote diocesano, el P. Julio Campos y equipo sacerdotal franciscano de Parral, equipo sacerdotal Misioneros de la Sagrada Familia en Longaví, religiosas y religiosos, en silencio llevan la ayuda donada por tantas personas y la comparten con las familias de las comunidades en la precordillera de Linares y Longaví, en especial el Cajón Achibueno y Ancoa, los más afectados por las crecidas de los ríos y esteros cordilleranos.
Desde los primeros días de la emergencia, se comenzaron a recibir los aportes y han cargado en sus hombros carbón, bidones con agua, ropa y víveres no perecibles, llevando esta ayuda a quienes más necesitan, en nombre de la Iglesia y de muchos hermanos que han realizado sus donaciones, desde diversos rincones de la Diócesis y del país, que conmovidos con las consecuencias climáticas se han organizado para ayudar.
Así como el P. Bernardo y el P. Alex, en Linares, el P. Julio y comunidad sacerdotal franciascana en Parral, muchos han sido los sacerdotes, religiosos y religiosas que, en silencio, junto a esforzados y espontáneos grupos de voluntarios, llegan con alimentos, útiles de aseo, carbón y ropa de abrigo hasta las comunidades de la precordillera de Linares y riveras del Perquilauquén en Parral, allí donde la ayuda está escaseando, y la televisión ya no muestra el día a día de estas familias, que siguen luchando por secar sus hogares y restablecer un poco la normalidad a sus vidas.