El viernes 11 de noviembre, en horas de la mañana, el Pbro. Rolf Alberto Schnitzler Heinderichs, (alemán) a los 85 años de vida y 52 de Sacerdocio, fue llamado a la Casa del Padre Dios.
Su velatorio se realizó en la capilla de Bobadilla, del Decanato de San Javier, hasta el domingo 13, cuando pasadas las 10:30 hrs., fue trasladados a la Parroquia Nuestra Señora de la Merced de San Javier, para sus exequias, con una Eucaristía, presidida por Mons. Koljatic y sus hermanos sacerdotes, a las 16:00 hrs. Luego fue llevado a su morada final en el Cementerio de San Javier, en el Mausoleo Sacerdotal, junto a los clérigos del decanato que le han antecedido, P. Jaime Vallet y P. Gabriel Lacaux.
Breve Biografía P. Rolf:
Rolf Alberto Schnitzler Heinderichs, Hijo de Don José y de la Sra. Gertrudis, ambos fallecidos. Nació el 20 de septiembre de 1937, en Neuss, Alemanía.
Después de haber frecuentado la Universidad en la Ciudad de Colonia y de haber conocido al Obispo de Osorno, Fray Francisco Valdés Subercaseaux, como joven entusiasta y generoso dejó su tierra para venir a ayudar como Misionero en el sur de Chile. Su primer viaje lo hizo en barco, llegando a Valparaíso, a principios de 1966. Poco después el Obispo Valdés, cuyo proceso de Beatificación está en trámites, le aconsejó iniciar su preparación al Sacerdocio en el Seminario San José de La Mariquina, donde cursó los estudios de Filosofía y Teología. Durante ese proceso formativo conoció al entonces Obispo de Linares, Don Augusto Salinas Fuenzalida, quien lo acogió en nuestra Diócesis, lo ordenó Sacerdote en la Catedral de Linares, el 29 de junio de 1970 y lo nombró párroco de Nuestra Señora de La Merced de San Javier. Ahí desarrolló una amplia labor social abriendo un Policlínico, para atención primaria de las personas más vulnerables y más adelante creó un Hogar de Ancianos en el Cerro Pulluquén, que después de largos años de gestión transfirió a la Conferencia de San Vicente de Paul. Desde el 1° de enero de 1981 fue párroco de San Ramón de Retiro, hasta su retiro a la localidad de Bobadilla donde acompañaba a la comunidad y apoyaba al decanato de San Javier, en lo que su salud le permitía.