Los obispos valoraron la valiosa experiencia espiritual y de renovación de la Tercera Asamblea Eclesial, comprometiéndose a animar y profundizar los procesos sinodales en sus diócesis. De la realidad nacional, alientan a toda iniciativa conducente al diálogo social y la amistad cívica, particularmente el proceso constituyente que exige la escucha de todos los sectores.
Este viernes 18 de noviembre concluyó en la casa de retiros de Lo Cañas, la 126° asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile. Los obispos y administradores diocesanos, dieron a conocer un mensaje final que lleva por título “En eso conocerán todos que son mis discípulos, en que se amen unos a otros” (Jn 13,35).
Los obispos de Chile, al concluir su asamblea plenaria, han querido compartir con las comunidades un mensaje “para animar nuestra renovación eclesial, y también para comprometernos en el camino de conversión”.
Al iniciar el texto los pastores recuerdan que hace unas semanas “participamos de la Tercera Asamblea Eclesial Nacional con representantes de las diócesis, comunidades religiosas, movimientos apostólicos, instancias educativas que trabajaron en precedencia en sus respectivas comunidades”, reconociendo en ella “una profunda experiencia espiritual y renovación pastoral para continuar nuestra tarea evangelizadora de anunciar a Jesucristo”. Agregan que el clima de libertad, fraternidad y escucha mutua “nos permitió reconocernos en la común dignidad de las hijas e hijos de Dios y, de este modo, seguir avanzando hacia una Iglesia sinodal, profética y esperanzadora”, valorando las numerosas propuestas que surgieron desde el seno de esta Asamblea.
“Como obispos, renovamos nuestro camino de conversión, que en lo operativo nos alienta a velar para que todos nuestros ambientes eclesiales sean sanos y seguros; fortalecer las instancias de comunión y participación, tales como los Consejos pastorales, económicos y de prevención. Nos comprometemos a animar y conducir a nuestras comunidades a continuar profundizando los procesos sinodales de cada una de nuestras diócesis, sabiendo que muchos de los anteriores aspectos ya están presentes, entre otros documentos, en las Orientaciones del documento Integridad en el Servicio Eclesial (ISE), publicado el 2020. Oportunamente, daremos a conocer los caminos pastorales que han surgido de los aportes de la III Asamblea Eclesial”, afirman los pastores.
Además, se da a conocer que la Asamblea Plenaria aprobó los pasos para implementar en Chile la institución del ministerio del Catequista, tal como lo propone el Papa Francisco en el documento Antiquum Ministerium, publicado el 2021. “Queda en manos de cada Diócesis hacer un discernimiento respecto de fieles que puedan ser llamados a este ministerio laical, que está al servicio especialmente de la animación y conducción de los procesos de iniciación cristiana y formación permanente en nuestras comunidades. Hemos elaborado un plan de formación para preparar adecuadamente a estos hermanos y hermanas”.
Respecto de la realidad nacional en el contexto mundial, los obispos señalan que los desafíos que enfrenta nuestro país en este tiempo se podrán enfrentar con el compromiso de cada uno. “Percibimos la gravedad de la inseguridad social, por la violencia y la delincuencia, que experimentan tantos de nuestros compatriotas y algunas de nuestras comunidades; somos conscientes de la precariedad económica y espiritual de tantas familias, azotadas por la inflación y el desaliento. Somos testigos de la desesperanza en muchos jóvenes y personas adultas, también animamos la integración de personas migrantes a nuestra sociedad. Al mismo tiempo, queremos alentar todas las iniciativas conducentes al diálogo social, la amistad cívica y el bien común, particularmente, el proceso constituyente, que exige el reconocimiento y la escucha de todos los sectores. Quienes profesamos la fe cristiana estamos llamados a ser protagonistas activos de los cambios que Chile necesita, alentando a las instancias de solidaridad presentes en la sociedad que trabaja por la justicia social”, afirman los obispos.
El mensaje finaliza recordando que la asamblea se desarrolla en el contexto de Mes de María, “madre de Chile y mujer de la esperanza, a quién esperamos celebrar en sus números Santuarios a lo largo de Chile, el día 8 de diciembre, en su fiesta de la Inmaculada Concepción. Ella nos acompaña en el tiempo de adviento, que nos prepara al nacimiento de Cristo, el enviado del Padre ¡Cristo vino, viene y vendrá! Desde nuestra fragilidad decimos, “¡Ven, Señor Jesús!” “.
La actividad se desarrolló en la ciudad de Santiago entre el 14 y el 18 de noviembre. Durante la semana los obispos dialogaron sobre la reciente realización de la Tercera Asamblea Eclesial Nacional, la siguiente etapa continental del Sínodo, el acontecer nacional y el ministerio del catequista, en otros temas. Fuente: iglesia.cl