Cada año, el día 8 de marzo, se celebre el Día Internacional de la Mujer, se quiere así fortalecer los derechos y participación de la mujer en los distintos ámbitos de la sociedad: la política, la cultura, la economía, la educación, la salud, agregamos con mucha alegría y convicción la transmisión de la fe…
Queremos reconocer y agradecer la entrega y el servicio que tantas mujeres han realizado y realizan en nuestra Iglesia. Si miramos nuestras parroquias y Comunidades Eclesiales de Base; ahí están: en la catequesis, cuidando y dando vida las Capillas, animando las Comunidades, asistiendo a los hermanos más necesitados, formándose para seguir transmitiendo la fe, acompañando a familias vulnerables, mujeres misioneras llevando el mensaje de Jesús, entregando la Buena Nueva del Señor, consolando en la enfermedad, en la soledad…
Podemos preguntarnos: ¿Qué sería de la Iglesia sin la presencia de la mujer?
Miramos a Jesús interactuando con ellas, así nos narran los Evangelios, Jesús hablando abiertamente con mujeres, aún en contra de la costumbre de la sociedad de aquella época. Daba dignidad a la mujer, la sacaba del silencio y del anonimato.
Algunos textos:
Mc.5,35-43: Jesús devuelve la vida a una niña.
Lc.13,10-17: Jesús libera a una mujer marginada por su enfermedad.
Lc.7,11-17: Jesús se conduele de una mujer viuda y ahora sin hijo, que quedaba a la intemperie, ve su dolor y le devuelve al hijo.
Mc.12,41-44: Jesús alaba la generosidad una mujer pobre.
Saludamos a todas las mujeres en este día y agradecemos al Dios de la vida por la presencia de ellas en todos los ámbitos donde hacen presencia, trabajan, contienen, acompañan, crean y renuevan. Hna. Pilar Tapia Agurto. Religiosa de la Consolación.