Ninguna despedida es fácil, sin embargo, como cristianos toda despedida está cimentada en la esperanza y, desde este aspecto, mis palabras de gratitud a todas y cada una de las personas pertenecientes a mi querida Parroquia San Ramón de Retiro, así como cada una de sus comunidades al ser trasladado a la Parroquia El Rosario de Linares.
Fueron años de grandes desafíos y no exentos de dificultades, pero el apoyo, cariño y preocupación de la comunidad en general fueron un constante aliciente para el desarrollo de las diferentes actividades pastorales. En la vida sacerdotal acompañé las diferentes etapas de la vida de la cual la Iglesia es partícipe, desde el nacimiento hasta la muerte, y es en esa realidad donde pude compartir de mejor manera con tantas personas y sus familias, tanto en la tristeza como en la alegría. Pido perdón si cometí algún error y me confío a la oración en este nuevo encargo pastoral.
Además, extiendo mis palabras de gratitud a personas y comunidades de mi recordado Parral, en donde llegué como seminarista, fui ordenado diácono en tránsito y sacerdote, ya que no sólo me voy de una Parroquia, sino también de una zona en donde he vivido todos mis años como sacerdote. A Dios mi gratitud por todos y cada uno de ustedes… Pbro. Alex Troncoso Hernández