Una de las armas más dañinas y de destrucción masiva es el rumor. Basta un simple rumor para derribar estructuras, romper amistades, quebrar negocios, doblar voluntades, destruir vínculos familiares y fraternos, dividir a nuestras comunidades, pueden hacer trizas la reputación de una persona. Se trata de los chismes, habladurías, comentarios, etc.
Pero, sobre todo, el rumor sirve para dañar a las personas que son su blanco.
Los rumores son tan viejos como la humanidad y su propagación como si fueran noticias son tan antiguas como la civilización.
El concepto rumor (del latín rumor). Significa: voz que corre entre el público. /Ruido confuso de voces. /Ruido vago, sordo y descontinuado.
En sus orígenes, la palabra chisme (ragot), guardaba una referencia con la fuente y con el efecto de una comunicación: un ragot es un gruñido emitido por un jabalí. Los chismes son historias de baja calidad, que lindan con la calumnia y la difamación.
El rumor o chisme es considerado por algunos expertos como una actividad narrativa de la conversación a la cual se dedican por igual hombres y mujeres. Si bien parece inofensivo, los chismosos no pueden mantener un secreto, les gusta contar y saber intimidades ajenas, son entrometidos, y buscan protagonismo haciendo comentarios sobre la vida de terceros, por lo cual son personas que deberían cambiar esta actitud que es un defecto, y puede ocasionar problemas sociales, personales y comunitarios.
Los matemáticos han analizado el fenómeno de la propagación del rumor aplicando la dinámica de sistemas: Las variables a considerar son el tamaño del grupo, el número de personas que desconocen el rumor o que participan de él, las que las propagan al saberlo y de quienes deciden no pasar la información.
El rumor no conduce sino al error. A la circular, se aleja de la verdad, tanto en sentido literal como figurado, y representa; por lo tanto, la distorsión de la realidad. Parafraseando un dicho cotidiano podría representarse: “dime de donde proviene la información y te diré si es o no rumor”. Cada rumor o chisme tiene su público o adeptos. La amplificación y deformación de este fenómeno se llama comúnmente y en lenguaje popular: Chisme. Y del mapudungun: CAHUIN: fiesta, reunión, borracheras. El chisme es la narración de un hecho verdadero o falso que se hace, sin tomar en cuenta el daño que puede causar esta información a terceros o precisamente con la intención de hacerlo. Es definido también como una noticia verdadera o falsa con que se pretende meter discordia o murmuración.
Chismear se asocia a enredar, intrigar, calumniar, murmurar y enmarañar, y de acuerdo a la Biblia «el que chismea revela secretos» en el sentido de contar situaciones o hacer del conocimiento público circunstancias que pueden dañar a las personas involucradas.
Los chismes pueden provocar problemas personales, sociales, psicológicos y en la evaluación moral de las víctimas de los chismosos.
“El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; más el hombre prudente calla. El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo” (Proverbios 11:12-13).
En primer lugar, el chisme proviene de una fuente no oficial que generalmente nadie conoce. La fuente permanece oculta, inaprensible. Nadie es responsable, pero todo el mundo está al corriente. Esto lo hace más misterioso y da la sensación de que se trata de un secreto accesible solo para unos cuantos.
En segundo lugar, en el chisme hay muchas veces un grado mínimo de verdad confusa que actúa como un anzuelo entre las personas, a pesar de que lo demás sea inventado o tergiversado. Este fragmento de verdad le añade un factor de credibilidad que es de vital importancia para que se siga propagando.
En tercer lugar, en el chisme siempre hay un juicio de valor, una crítica abierta o velada: alguien hizo algo inmoral, ilegal o antiético. Por lo tanto, el chisme va dirigido a condenar, desprestigiar o ridiculizar.
En cuarto lugar, el proceso del chisme se da en cadena y tiene un efecto multiplicador: a medida que avanza se regenera con nuevos datos. Los chismes corren entre diferentes voces, buscando eco, creando sus propias realidades, agregando datos falsos a los verdaderos o anexando verdades a las falsedades.
En quinto lugar, el contenido del chisme trata de una información referida a un hecho de actualidad.
Es impresionante la variedad de los temas y de los contenidos y la pluralidad de formas de los chismes. La forma más común de trasmitirlos aún en estos tiempos es el elemental sistema de boca a boca, y de persona a persona. Cualquier forma de comunicación puede ser resumida de seis maneras: por su fuente, por su contenido, por su proceso de difusión, por el medio a través del que se difunde, por el tema y por la naturaleza de sus efectos. Y actualmente el impacto y uso de las redes sociales, WhatsApp, Facebook, Instagram, etc.
La habladuría destaca el objeto del rumor o de la voz, y también se refiere a personas; en la habladuría encontramos las alegrías y desgracias de los grandes y pequeños personajes que nos rodean. El comadreo es una definición de la propia fuente. Al igual que el chisme, se trata de un juicio de valor.
La estructura del chisme la conforman: El chismoso, el receptor de la habladuría y la víctima, de quien se habla en forma negativa y sin fundamentos. Algunos especialistas en el tema dicen que quien lo genera suele ignorar mucho acerca de la otra persona y puede experimentar sentimientos de venganza y situaciones de envidia o de otros torcidos intereses ocultos. Otros especialistas entre ellos psiquiatras, afirman que los chismosos proyectan inseguridad a todos los que los rodean la ve como rivales, o eventuales adversarios por lo que tiene serios problemas de integración social. El chismoso considerado peligroso es un individuo que padece gran angustia e inseguridad interna, lo cual lo impulsa a agredir, ya que en su mente se forman un sinnúmero de fantasías destructivas. Por estas y otras razones (que tienen relación con la salud mental de las personas) permanentemente se encuentra en estado de alerta, maquinando o inventando nuevos chismes, pues manifiesta temor a que los ataques que ha lanzado le sean devueltos.
En el Catecismo de la Iglesia Católica encontramos los siguientes numerales para reflexionar:
[2504] “No darás falso testimonio contra tu prójimo” (Ex 20, 16). Los discípulos de Cristo se han “revestido del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad” (Ef 4, 24). [2507] El respeto de la reputación y del honor de las personas prohíbe toda actitud y toda palabra de maledicencia o de calumnia. [2508] La mentira consiste en decir algo falso con intención de engañar al prójimo. [2509] Una falta cometida contra la verdad exige reparación.
Después de repasar rápidamente estos conceptos tan importantes que tienen que ver con la virtud de la justicia, con la vida en sociedad, el buen ambiente en las familias y comunidades, con el derecho a la buena fama; podemos terminar con un relato famoso que es muy ilustrativo: se cuenta que una persona, fue a conversar con un sacerdote de haber calumniado a un miembro de la comunidad, el sacerdote le dijo que por justicia debería restituirle la buena fama a aquella persona inocente, y le encomendó la tarea de que comprara una gallina y le sacara todas las plumas, luego que las tirara al viento, y que fuera recogiendo todas las plumas y entonces llevárselas. La persona dijo que eso era muy difícil, que muchas se habrían volado muy lejos, etc. El sacerdote le respondió que así sucedía cuando uno no medía sus palabras ni sus actos y llevado por la pasión -por envidias disimuladas, por furia o rencor-, propagaba mentiras sobre otra persona para -solapada o directamente- hacerle daño. P. José Prado Tolosa. Párroco de Panimávida