El año pasado cuando comenzó la pandemia en el mundo y también en nuestra Patria, no pudimos celebrar la Semana Santa y tuvimos que dejar de celebrar la Eucaristía, con asistencia de feligreses, por temor a los contagios. Por el mismo motivo, se suspendieron las reuniones pastorales parroquiales, decanales y diocesanas, el trabajo pastoral quedó suspendido.
Tuvimos que reinventarnos: transmitir la Misa a través de los medios digitales como Facebook, radio y televisión. Invitamos a todos nuestros feligreses a rezar en sus casas, las que se convirtieron en pequeñas capillas de alabanza y adoración al Señor de la vida.
Ha transcurrido un año. En algunas ocasiones pudimos celebrar la Santa Misa en la parroquia y en todas nuestras capillas con los aforos correspondientes. Por lo tanto, la fe no se ha muerto, sigue tan viva como siempre.
Teníamos la esperanza de que el virus fuera desapareciendo poco a poco. Pero ha sido al revés. Ha aumentado considerablemente, situación que debe preocuparnos a todos. Por eso debemos insistir en el cuidado personal, evitando los encuentros masivos y celebraciones que por ahora no podemos realizar.
Lamentablemente hoy, hay muchos porfiados y porfiadas, que no respetan los protocolos establecidos por el área de salud. Muchos ya nos hemos vacunado y confiamos que dicha vacuna nos libere de este virus que ha llevado a miles de hermanos y hermanas a la muerte.
En este mes de abril, estamos llamados a cuidarnos con más fuerza. Esta Pandemia se va a terminar, pero en la media que todos ayudemos a otros a cuidarse. No podemos decir: «A mí el virus no me va a llegar».
En este año dedicado a San José, el humilde carpintero, que tuvo la valentía de obedecer a Dios, al asumir la paternidad legal de Jesús, nos encomendamos para que interceda ante el buen Padre Dios, para seguir viviendo con nuestras familias y comunidades.
Nos confiamos también a Jesús que dio la vida por nosotros y el Padre le dio nueva vida para que volviera a Él y nos acompañe en nuestro diario caminar
Beto Alarcón. Párroco Santo Toribio, Curanipe