Sin dudas estamos viviendo tiempos difíciles, esta pandemia de Covid-19, ha generado grandes cambios en nuestro diario vivir, lo único que no se modifica es nuestro amor y fe en Dios. Por eso, vivimos Semana Santa, atendiendo todas las restricciones y cuidados sanitarios que nos pide la autoridad sanitaria, pero con un fervor renovado, pidiendo a Dios por las personas que han sufrido con esta enfermedad, así como por aquellos que han fallecido y el consuelo para sus familiares. Agradecemos a las voluntarias y colaboradores del Comedor Solidario Felipe Neri, quienes pese a todas las dificultades han seguido cocinando para entregar las raciones de almuerzo a muchísimos beneficiarios que acuden cada día.